Aware o mono no aware (物の哀れ) es una expresión japonesa que podría traducirse como sensibilidad hacia lo efímero, un sentimiento de nostalgia ante la pérdida irremediable de lo que fue y ya no es, de aquello que aparece en nuestra vida para desaparecer con una brevedad teñida de tristeza. Esta capacidad de conmoverse requiere una personalidad empática y sensible, no todo el mundo es capaz de emocionarse ante la visión de la flor de un cerezo que será barrida por la brisa al poco tiempo de haber nacido. En Genji Monogatari, una de las novelas más antiguas de la historia, escrita a comienzos de siglo XI por Murasaki Shikubu, el término aware se menciona 1.018 veces. Federico Lanzaco en el excepcional libro “El Jardín Japonés” (Menene Gras Balaguer, editorial Tecnos 2015) citando a Kitayama Keita nos dice “Y se descubre por el sentimiento profundo que nos embarga al contemplar la hermosa mañana de primavera, y también en la tristeza que nos sobrecoge, al mirar un atardecer otoñal. Pero, ante todo, es un sentimiento de delicada melancolía que puede derivar en una profunda tristeza al sentir hondamente la belleza caduca de todos los seres de la Naturaleza”.
—¿Ves este lugar? ¿Sientes algo especial? Hay un concepto de difícil traducción: fuzei, un soplo de sensibilidad, una respuesta emocional que a veces nos produce la naturaleza, y que el diseño de un jardín debe atesorar. Al igual que aware, que simboliza la esencia sentimental de una roca o de una flor con capacidad para que nos extasiemos ante la visión de su belleza.
Kumiko mira a su alrededor y luego dice:
—El jardín japonés debe ser esa representación sutil de la naturaleza controlada. La admiración por una roca imponente y sagrada, la evocación de la emoción que tú y yo sentimos ahora aquí sentados.
“En el Jardín Japonés”, página 145